Sobre lo que dijo Einstein sobre la felicidad

Estaba caminando por las calles de Condesa, llegué a un parque, o México o España, y vi un busto. Una escultura, para ser más exacto, de la cabeza de algún personaje. Al pie de la escultura había un mensaje así que me desvié para leerlo y para ver de qué se trataba. Me gustan este tipo de cosas y recientemente pase por el parque José Saramago (de mis escritores de cabecera) que lo denominaban cómo un lugar para la lectura ubicado por el sector de la Reforma y el parque Chapultepec. También hace poco descubrí que cerca de donde me estoy quedando se encontraba el parque Juan Rulfo -según Google Maps el parque cannábico Juan Rulfo. Con estos dos antecedentes debía acercarme al monumento para apreciar lo que esperaba sea un tercer autor en las calles de CDMX.

El busto resultó ser de Einstein así que mi emoción no fue la que hubiese sido con un Octavio Paz o un Nicanor Parra, pero tampoco me quejo. Sin embargo, ya a la distancia, pude ver que en el mensaje sobresalía la palabra felicidad. Por mi reciente obsesión con el tema me interesó lo que podía decir un busto inanimado sobre la persecución de la felicidad. La frase no decepcionó:

“Si quieres vivir una vida feliz, átala a una meta, no a una persona o un objeto”

Los últimos meses me he estado preguntado qué es lo que uno necesita para ser feliz. Tanto me he obsesionado con el tema que he devorado cuanto libro, podcast o artículo que tenga la palabra felicidad. Asimismo, he escrito sobre el tema con la intención de entenderme y entender cómo ayudar a los que buscan lo mismo. La mayoría buscamos eso, ¿verdad? Una vida feliz. Así que la frase sirvió cómo motivo para pensar y repensar una vez más en el tema.

Atarle a una meta para mi es darle sentido. Es responder la pregunta de por qué estás vivo e incluso para responder si por algo morirías. Es vivir con objetivos; saber hacia dónde vas así no sepas cómo llegar. Es atarla a una pasión, a una idea, a un objetivo por el cual valga la pena vivir. Es darle sentido a través de lo que quieres alcanzar. Algo que te supere. Algo que haga que te superes. Uniendo esta frase a lo que dijo el físico sobre la felicidad podemos entenderla un poco más. Él decía que era importante la curiosidad y la imaginación, aprender y utilizar ese aprendizaje. Y también moverse hacia adelante. Si es cierto lo que acabo de leer, decía que la vida es cómo andar en bicicleta; con equilibrio y en movimiento.

No a una persona o un objeto. Esto es clave. Las personas se pueden ir. El carro se puede perder. Para qué hacer que tu felicidad dependa en algo o en alguien que puede desaparecer, que no está bajo tu control. Si tu felicidad es tu esposa, qué pasa si llegas a divorciarte. Si tu felicidad es tu nuevo terno, qué pasa si le cae vino. Objetos son materiales y las personas a la final también. Las experiencias que vives con esas personas o gracias a esos objetos es otro tema, pero depender de ellas te quita control sobre tus razones para ser feliz.

Una caminata en el parque, una frase atípica y una cuadras más para pensarla.

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