Tienes muchos intereses, hobbies, cosas que te gustan más y cosas que no te gustan tanto. Piénsalos. Tenlos en mente por un momento, ya los volveremos a mencionar. Cuando decides qué estudiar, por qué puesto de trabajo aplicar y a qué dedicarte profesionalmente, muchas veces lo haces basado en lo que está de moda, en lo que hace tu familia o, en muchos casos, en el potencial económico y la seguridad que esa opción ofrece. Si excluimos a músicos, artistas y quizás chefs, queda un gran porcentaje de personas que elige su carrera en función de lo que creen que el mercado valora. Pero, y es un gran «pero», esas personas rara vez encuentran gratificación en lo que hacen.
Como resultado inicial, habrás investigado, aprendido y dominado el tema de tu pasión. En el camino, descubrirás qué puedes hacer con esas habilidades principales y con las que has aprendido.
¿No sería increíble encontrarse con miles de personas que amen su trabajo, que no puedan esperar a que sea lunes para volver, que tengan propósito, motivación y estén agradecidas por la carrera que eligieron? Pero la norma es encontrarse con gente diciendo que debieron estudiar otra cosa, quejándose de su jefe, rendidos a la monotonía y buscando escapar en viajes, fines de semana o distracciones digitales.
Ahora bien, recordemos nuevamente los intereses, hobbies, gustos y pasiones. ¿Ya los tienes en mente? Ahora, ¿qué de todo eso te interesa más? Investígalo, léelo, háblalo, apréndelo. Pausa. Tal vez estés pensando que es muy fácil y trillado decir que sigas tu pasión. Y, en esencia, no te equivocas, te estoy diciendo eso. Pero seguirla también es fácil y no es todo lo que tienes que hacer, es solo el primer paso. El trabajo duro, inteligente y con juicio no es reemplazable. Así que volvamos. Ya hiciste todo el trabajo de ser un experto en el tema. Únelo con tus habilidades, aquellas que te despiertan interés, pasión, curiosidad. Ahora, únelas con las que no se te dan tan bien. En esas invierte un poco de tiempo para tener una idea de cómo ejecutarlas, pero en lo que realmente debes invertir todo es en tus fortalezas.
Como resultado inicial, habrás investigado, aprendido y dominado el tema de tu pasión. En el camino, descubrirás qué puedes hacer con esas habilidades principales y con las que has aprendido. Quizás te apasionan los autos; aprendiste sobre modelos, precios, reparaciones, consejos de conducción, Fórmula 1, competencias, etc. Quizás comprendiste que una de tus habilidades son las operaciones matemáticas y trabajaste un poco en tus habilidades de comunicación. Uniste los puntos, seguiste tu curiosidad intelectual y ahora estás comenzando un negocio de importación de repuestos de autos de lujo a través de una app que tú mismo creaste.
Sigue tu curiosidad intelectual; en el peor de los casos, te divertirás, aprenderás y crecerás. En el mejor de los casos, llegará el lunes y querrás ir a trabajar.