Apuesto que has leído muchas veces que tienes que levantarte a la primera luz del día, darte un baño en agua helada y tener tus tareas más importantes listas antes de las 9 de la mañana. Seguramente esta rutina tiene grandes beneficios pero para llegar a lograrla se necesita tiempo, compatibilidad y práctica. Y la manera de crear una rutina compatible contigo es mediante el cambio en pequeños hábitos. Por lo que si quieres empezar con una rutina en la mañana te recomiendo lo siguiente.
La hora de levantarse debe ser apropiada para ti y para tus obligaciones. Sin embargo, lo primero que debes hacer es regularizar el tiempo de sueño. Esto involucra la hora que te despiertas y la hora que te acuestas. Acostúmbrate a irte a la cama y despertarte a una hora similar todos los días. Tu cuerpo te lo agradecerá. Levantarte a la misma hora formará las bases para tu rutina mañanera. Además, con este pequeño cambio lograrás alcanzar un segundo hábito: descansar entre 7 y 8 horas al día. Menos tiempo (y más también) puede resultar perjudicial para tu salud (léase con la voz de anuncio televisivo de cerveza).
Lo siguiente que te voy a recomendar es algo difícil debido a nuestras costumbres. No comas nada hasta las 10 am y procura que tu último bocado del día sea hasta las 9 pm. Es decir, no ingieras alimentos por más de 12 horas seguidas. Esto se conoce como fasting o ayuno intermitente y sus beneficios son cada vez más difundidos en redes y en el campo científico. Esta recomendación no busca convertirte en un fanático de esta tendencia nutricional, realmente es una decisión práctica. Acógete a lo que funciona. Hacer fasting te ayudará a regular tu descanso, tu ingesta de alimentos – por ende tu peso – y tendrá efectos positivos hormonales, físicos y mentales. Obviamente , puedes consumir agua o café, cualquier cosa que no sume más de 10 o 20 calorías.
Haz ejercicio. Esta recomendación no me importa que sea en la mañana o en la tarde o en la noche. Solo muévete. Pero en la mañana tiene un beneficio adicional, te despierta y te da un sentido de vitalidad desde las primeras horas del día. No necesitas ir al gimnasio, tampoco necesitas mucho equipo. Con tu propio cuerpo, calistenia, HIIT o cualquier tendencia fitness que te plazca puedes preparar rutinas para todos los grupos musculares. O puedes comprar un par de pesas y un mat de yoga y será más que suficiente. Te recomiendo hacer algo de ejercicio por lo menos tres días a la semana y máximo 5 días. También es importante el descanso.
Por último, varias recomendaciones pequeñas que pueden marcar una gran diferencia. Tiende tu cama apenas te levantes. Hay un libro sobre cómo esto te ayuda a organizar tu mente, espacio y a sentir un primer logro en el día. Organiza tus tareas para todo el día. Esto puedes hacerlo el día anterior pero es importante que sepas cuáles son tus prioridades y tener un plan. Toma agua, hidrátate desde temprano. Incluye algún tipo de meditación o actividad espiritual. Te dará tranquilidad, gratitud y concentración.
Tu rutina no tiene que ser perfecta desde el día de mañana pero incluir pequeños cambios mejorará tu día por completo. Así, cuando llegues a ser un sabio y productivo ser humano no tendrás que forzarte a tomar baños helados para sentirte realizado.