Una gripe puede separarte del espacio y del tiempo. Lo sé, lo viví en cuerpo y alma. Los colores y sabores no son los mismos. La luz molesta como humo en tus ojos. La cabeza no deja de dar vueltas con cada pequeño movimiento que haces para levantarte. Los pulmones se congestionan con cada inhalación y se quejan con cada exhalación. La gripe es un arma de aletargamiento pasivo. Lo sé, lo viví yo.
Desahogo. Sí. Ya, basta de exageraciones.
Aunque una gripe puede ser fuerte, no significa el fin del mundo. Pero sí deja secuelas y efectos negativos cuando intentas retomar tu vida.
La gripe es solo un pequeño obstáculo, como otros que vendrán de vez en cuando. Trátala como lo que es: una piedra que debes quitar, romper, lanzar o rodear.
Lo que noto especialmente es el cambio en mi rutina. Con la gripe, es posible que hayas abusado del tiempo en cama, viendo Netflix todo el día, acostándote y levantándote cuando el cuerpo lo pide. Esa es parte de la recuperación, pero también puede ser el inicio de un problema. El día en que te sientas bien, aunque sea al 80%, levántate a la misma hora de siempre. Tu cuerpo querrá quedarse acurrucado en las cobijas, pero no cedas; si ya estás mejor, levántate y empieza a retomar tu vida.
Además, otras áreas también se ven afectadas por este desorden: tu trabajo, tu ejercicio, tus hobbies, tus relaciones con amigos y familia, tu hora de dormir. Enfócate en recuperarlas de la misma manera que haces al despertar. Escucha a tu cuerpo y, si ya estás bien, esfuérzate por volver a tus actividades. Son estas actividades las que te traerán resultados, no seguir acostado viendo Jurassic Park.
También noto que al momento de hacer ejercicio me cuesta más que hace una semana. Esto es señal de que aún no estoy completamente recuperado, que los músculos y el cuerpo siguen un poco resentidos por el virus. No te desesperes; es parte del proceso. Puede que hayas retrocedido 15 días en tu progreso, pero no dejes que se extienda más. La respiración va a mejorar; estás congestionado, date tiempo y no dejes de ejercitarte. Con moderación, continúa con tu vida.
La concentración en tu trabajo, la capacidad física, el bienestar mental y corporal: todo volverá a su estado y seguirás mejorando. La gripe te descarrila un poco, pero no dejes que te detenga. La gripe es solo un pequeño obstáculo, como otros que vendrán de vez en cuando. Trátala como lo que es: una piedra que debes quitar, romper, lanzar o rodear.
Pero no te dejes vencer por una piedra, sea del tamaño de una gripe o aunque parezca una montaña.