Hoy me llegó una idea que no he desarrollado en absoluto, así que voy a intentarlo con su permiso: la idea de la visión túnel. Primero, ¿qué es o cómo la entiendo? La visión túnel es la capacidad de concentrarnos en un solo concepto, idea u objetivo. Es decir, pensar y pensar solo en eso, sin tener ojos, cabeza, nariz ni boca para todo lo demás. Hasta aquí es entendible, pero lo que no es claro es por qué le estoy dando importancia. Es porque mientras caminaba por las calles de Roma Norte (una forma de mencionar que estoy en México), me di cuenta de que la visión túnel puede tener dos resultados.
La cuestión es que sí, tienes que estar concentrado en tus objetivos, rotundamente, pero no con tal absoluta atención que anules por completo nuevas oportunidades.
Fijarse solo en un objetivo parece una frase motivacional para perder peso, para alcanzar el trabajo o la maestría que deseas, o para facturar cierta cantidad al año. Y sí, ese es el primer uso que identifiqué: la visión túnel para cumplir tus objetivos. ¿Que hay una fiesta? No me importa, mañana voy a salir a trotar y no puedo desvelarme. Visión túnel para conseguir tus metas. ¿Que hoy es el cumpleaños de tu sobrina? Visión túnel, imposible, hoy tengo que estudiar y no puedo ir a una fiesta infantil. ¿Que el presidente está a punto de establecer un régimen dictatorial para quedarse en el poder? Ah, interesante, pero yo tengo que preparar la reunión para conseguir al próximo cliente.
Esta versión de la visión túnel nos ofrece una concentración absoluta en nuestro objetivo. No dejas que nadie se interponga, que nada lo interrumpa y no admites distracciones. Todo está permitido para alcanzarlo. Es un estado de conexión total con lo que quieres y lo que vas a lograr. No desvías tu mirada del objetivo, lo que te hace estar enfocado y construyendo hacia él. Es la manera en la cual debes concretar tus objetivos para tomarlos en serio.
Ahora bien, la segunda parte de la visión túnel puede ser algo más perjudicial y se resume en que, por solo estar viendo al frente, se te olvida mirar a los lados. Es decir, puedes perder oportunidades por una concentración testaruda en una sola cosa. Digamos que estás buscando el regalo perfecto para tu novia. Quieres una joya de oro, un dije para ser exactos, con piedras azules y de tamaño pequeño. Todo pensado en los gustos de ella y en lo que crees que le gustará. Solo buscas tiendas de joyas, y en las tiendas de joyas solo buscas el color azul, ignoras piezas que no sean dijes y ni piensas en ver un metal que no sea dorado. En esta insaciable búsqueda por la pieza perfecta no viste los anillos, el oro blanco, las piedras azules de otra tonalidad. Y no solo eso, ignoraste todas las otras tiendas: las de zapatos, de ropa, de arte, de música, o cualquier otra cosa que se te haya pasado por los lados por solo ver hacia adelante.
El ejemplo puede resultar menos dañino por no tratarse de tus objetivos más grandes, pero si lo traduces a uno de los ejemplos donde la visión túnel es positiva, puedes estar perdiéndote otras oportunidades. No fuiste al cumpleaños de tu sobrina por estudiar. Puede ser que tu sobrina se vuelva cada vez menos apegada a ti. Puede ser la última vez que veas a tu tía abuela. Puede ser que necesitas hablar con alguien solo para relajarte de la presión de estudiar. La cuestión es que sí, tienes que estar concentrado en tus objetivos, rotundamente, pero no con tal absoluta atención que anules por completo nuevas oportunidades.
Por lo tanto, no solo tienes que estar atento a lo que tienes en frente, también debes percatarte de lo que pasa a tu lado.